Los Marismeños es uno de los grupos más importantes y de más influencia de nuestro género. Considerados por muchos como las voces más flamencas del mundo de las sevillanas, son pioneros en estilo, arreglos musicales y uno de los pilares fundamentales de nuestra música junto a Los Romeros de la Puebla, Hermanos Toronjo, Hermanos Reyes o Los del Río. Han sido uno de los primeros grupos de sevillanas que vio la luz, a mediados de los años 60, comenzando su andadura discográfica en 1967, como ellos mismos afirman: -Somos ocho meses más antiguos que Los Romeros de la Puebla, aunque más nuevos que Los del Río-.
Los Marismeños es un grupo natural de Huelva, provincia andaluza que los vio nacer y a la que han versado en sus sevillanas infinidad de veces. Es uno de los grupos más rocieros y en la mayoría de sus obras se toca plenamente este tema, como ellos mismos se definen -rocieros cien por cien- y así lo han demostrado en los cerca de cincuenta años de carrera discográfica, también era tradición que los almonteños le volvieran la Virgen para que ellos le cantasen, cosa inusual hasta ese momento. En este terreno nos han brindado grandes obras como Almonteño déjame, La marisma se alborota o una de las más famosas, Una oración rociera, un tema revolucionario compuesto por Feliciano Pérez que estremeció los corazones de medio mundo en aquellos lejanos años ochenta.
Aunque su estilo principal siempre han sido las sevillanas, Los Marismeños también eran muy dados a incluir en sus grabaciones rumbas, canciones, fandangos de Huelva... y en todos esos sectores han cosechado éxitos, logro que casi ningún artista de sevillanas ha conseguido, ya que eran más dados a centrarse exclusivamente en popularizar sus sevillanas.
El grupo fue fundado en el año 1965 por Emilio Losada, Antonio Vázquez, Antonio Herrero y Manuel Millán y posteriormente en el año 1967 se une Juan Alejandre (Juanini) para la grabación del primer disco. Números uno en venta de discos en España en multitud de ocasiones, cuentan en su haber con innumerables premios y condecoraciones, con varios éxitos discográficos, como por ejemplo el single "La historia de una amapola" del año 1979.
La formación más famosa del grupo y con la que han durado más años (1970-1992) y cosechado más éxitos fue la de Juan Alejandre (Juanini), Emilio Losada, Antonio Herrero y Paco Alejandre. Pero también cabe destacar otros integrantes en aquella temprana década de los sesenta, los cuales fueron piezas destacadas de las raíces del grupo como son Antonio Mendoza y Juan Antonio Rodríguez... y entre la década de los 90 y 2000 Emilio Millán, José Gómez Sierra (Pepe El Marismeño), Juan Carlos González y Leo Seco.
En nuestros días tan solo uno de los integrantes originales forma parte de su plantilla, Emilio Losada, el cual forma de nuevo el grupo junto a Juan Luis González, José Manuel Núñez y Juan Carlos González.
El principio de Los Marismeños fue sobre tablaos de flamenco, concursos de sevillanas como "Domingo de estrellas" o "Voces nuevas" y radios locales allá por su tierra, Huelva, llevando a cabo su presentación al mundo artístico la emisora La Voz de Huelva con el programa "Fiesta en la radio" en el año 1965. Desde dicha fecha, comenzó su ascenso hacia la popularidad por toda la geografía española y parte del mundo, con una carrera que sobrepasa las cuatro décadas y con éxitos como Deja que te mire, Maruja limón, Sevillanas de Triana, Mi Dolores, Agua de coco, Almonteño déjame, Caramba carambita, Perdónala, Un solo quejío, Abuela, Escalofríos, La marisma se alborota, Sevillanas de Manuela, Que también es de Sevilla, Una oración rociera, Blanca y azul, La historia de una amapola, etc. El grupo en sus principios se consideraban fans acérrimos del dúo Los Hermanos Toronjo, pioneros de las sevillanas por aquel entonces y artistas que sirvieron de inspiración al conjunto en sus inicios.
Los Marismeños irrumpieron en el mundo discográfico con un EP de cuatro temas lanzado en el año 1967 bajo el sello discográfico Yupy (Sono-Play), todas ellas sevillanas con letras populares y arreglos de ellos mismos, en su portada figuran los primeros integrantes Emilio Losada, Antonio Vázquez, Juan Alejandre, Antonio Herrero y Manuel Millán. Cabe destacar que Emilio y Antonio figuraban como los guitarristas y Juanini, Antonio y Manuel como las voces.
Cuentan ellos mismos que uno de los Rocíos de aquellos años, mientras cantaban a la Blanca Paloma, entre los devotos allí presentes, se encontraba Manuel Pareja Obregón, el cual propuso al conjunto una audición para la grabación de un disco. La obra salió meses después bajo el título de Sevillanas de hoy y formaba parte de una trilogía compuesta por tres EP de tres sevillanas cada uno, formando posteriormente un disco de larga duración con el mismo nombre y los nueve cortes sonoros. Todos los temas estaban compuestos por Ángel Peralta y Manuel Pareja Obregón, a la guitarra Félix de Utrera y en los arreglos musicales J. Cebrián. En esta joya de nuestra música, se encontraban temas con mucha fuerza, tales como Que bonita es la marisma, Adiós barquito pesquero, El amor es como un llanto o Fue el mismo día. A destacar las increíbles composiciones con más de 4 palos cada sevillana, algunas con tres y sevillanas como Hemos venido a mirarte con siete palos, un disco muy perseguido y valorado por los amantes del grupo.
Para el siguiente año, 1969 Marismeños volvieron a repetir la misma fórmula, pero potenciada en autores y con unos arreglos inusuales para la época. Con los maestros Quintero, León y Quiroga, además de Manuel Clavero, Juan Carlos Cobián y el anterior conocido Manuel Pareja Obregón vuelven a sorprender con tres EP compuestos esta vez por cuatro temas cada uno, sevillanas (León, Clavero y Quiroga), rumbas (León, Clavero, Quiroga, Quintero) y fandangos de Huelva (León, Pareja-Obregón).
En los arreglos musicales destaca un innovador Manuel Pareja obregón, otorgando a la obra de una calidad exquisita, nada corriente por aquella época, con temas tan famosos y recordados como Yo me voy a la Alameda, la famosísima Maruja Limón, Mira que bonita es, A mi novia Carmela o Dijo el sabio Salomón. Este estilo tan innovador de sevillanas no gustó mucho a los puristas de aquella época, pero supuso una revolución en su día, estela que han seguido la mayoría de artistas desde entonces. Meses después, con todos los temas se publicó un larga duración LP, volviendo a ser record de ventas. Como nota anecdótica, en la letra de El rosario de la aurora, el autor se equivoca de pueblo en esta estrofa "En la Puebla me crié, en el almendro he nacido. Desde que te he conocido, vivo en Palos de Moguer porque tú me lo has pedido" refiriéndose en realidad a Palos de la Frontera. También fue en el mismo año que se une al grupo Paco Alejandre, hermano de Juanini. A partir de entonces Los Marismeños comienzan una andadura intachable repleta de éxitos y grandes joyas musicales.
Entre los álbumes más influyentes y destacados de Los Marismeños tenemos obras tan recordadas como A su manera, Mi fe se llama Rocío, Entre varales, Sonido andaluz 2, Año tras año, Sí tiene dueño, Escalofríos, Enamorado de ti... Rocío, Fuente de amores, entre tantos otros... Con más de setenta discos en el mercado discográfico entre obras de rumbas, canciones y sevillanas, también poseen discos completos temáticos de fandangos, salves y hasta villancicos junto a otros artistas.
Entre los autores más destacados que componen tanto letra como música para Marismeños tenemos a Manuel Pareja Obregón, Luciando García, Ángel Peralta, Paco Alba, J. S. Morales, Feliciano Pérez, Los famosos -Quintero, León, Quiroga, Clavero-, Paco Coria, Onofre López, Romero Sanjuán, Maestro Oliva, Diego Ibáñez, Manuel Jalón, Rafael Rabay, José María Montoya, Felipe Campuzano, Miguel Zarza, José Carlos Seco, Fely Perejón, Juan de Dios Pareja-Obregón, Pascual González, Eduardo Fernánez Jurado, Paco Millán, etc. Entre sus integrantes también ha compuesto para el grupo en el terreno musical Juan Alejandre, con un sinfín de composiciones a sus espaldas. Juanini empieza a componer temas para Marismeños a comienzos de los ochenta, con un gusto exquisito para la composición. Juanini siempre ha procurado que cada obra de Marismeños superase la anterior, él mismo se define como una persona muy perfeccionista y a la vista está que ningún álbum de Marismeños hasta la fecha deja indiferente a ningún seguidor.
Los Marismeños eran famosos por hacer vibrar a su público, con galas a lo largo y ancho de la geografía española pero también fuera de nuestras fronteras, actuando en países de América latina y buena parte de Europa, compartiendo escenario con artistas relacionados como Los Romeros de la Puebla, Los Hermanos Reyes, El Pali, Los de la Trocha, etc. pero también con artistas de la talla de Rocío Jurado, Enrique Montoya, Los Brincos, Bambino, Karina, Naranjito de Triana, Mari Trini, Enrique Morente, Camarón de la Isla, Miguel Ríos, entre otros. También destacar que sus galas siempre han sido amenizadas por el ingenio de uno de sus integrantes, Juanini, el cual en diversas ocasiones ha hecho llorar literalmente al público de risa, contando anécdotas y chistes sobre el escenario.
También en numerosos programas televisivos a nivel nacional, pasando por programas como 300 millones, Cantares, Hoy mismo, Un, dos tres, Sábado fiesta etc, además de haber participado en películas como por ejemplo Más allá del jardín de Pedro Olea o ser víctimas del amarillismo periodístico con la relación de uno de sus componentes, Pepe Gómez con Carmina Ordóñez. También fueron los que despidieron con sus voces a Rocío Jurado en su funeral, artista que siempre hacía gala de ser fiel seguidora y amiga de Los Marismeños.
El grupo ha efectuado grabaciones en varias casas discográficas, aunque el mayor grueso de su obra lo tiene Hipavox, discográfica donde permanecieron desde 1968 hasta 1992, fichando luego con Senador, Prodisco Guadalquivir y Fods Records. Actualmente graban con la casa DM Producciones.
Marismeños tuvo un "vaivén" de componentes en la década de los noventa, en la cual Antonio Herrero abandona el conjunto. El hueco que deja Antonio en Marismeños fue tan profundo que durante casi dos décadas no tuvo un reemplazo estable. Algo que, queramos o no, hizo daño a la imagen del grupo. Otra de las piezas clave de Marismeños, Paco Alejandre fallece a los 58 años de edad en el año 2007, dejando muy afectados a sus seguidores. Fue un duro golpe para el grupo del cual no supo recuperarse, ya que otro de los miembros fundadores y uno de sus pilares fundamentales Juan Alejadre (Juanini), hermano de Paco abandona Marismeños definitivamente en el 2009, dejando solos a Emilio Losada y a Juan Carlos González, que buscaron la forma de seguir adelante, acudiendo a Juan Luis González y José Manuel Núñez para formar nuevamente Marismeños, elenco que se ha mantenido desde el 2009 hasta el día de hoy.
No es raro este detalle ya que grupos como Amigos de Gines han seguido entregándonos éxitos durante tres décadas sin ser los miembros fundadores, también tuvieron a Juan Antonio Hurtado como guía hasta que el grupo se consolidó, retirándose Juan Antonio definitivamente años después... con Marismeños tenemos a Emilio Losada como miembro fundador tratando de mantener el grupo con vida. Marismeños siguen conservando su estilo, su esencia y una gran calidad en sus voces. En el presente año, ya se conocen detalles de su nueva obra, titulada Los besos que no te di, con arreglos musicales de Jesús Bola. El buen hacer de estos grandes artistas como de costumbre harán el deleite de sus innumerables seguidores.
¡¡ Larga vida a Los Marismeños por siempre !!
Redacción: Juan A. y J. Luis Casado / Canal Sevillanas
Antonio Herrero, Paco Alejandre y Juan Alejandre eran tres chavales de Huelva de menos de veinte años que cantaban un poco de todo en cualquier sitio donde se terciara. No faltaban nunca al Rocío y allí se conocieron y conjuntaron sus voces, y allí surgió la idea de unirse para formar un grupo que cantara sevillanas y fandangos, siguiendo la pauta de los Hermanos Toronjo. Pronto se les unió Emilio Losada y en seguida se lanzaron a los ruedos flamencos bajo el nombre de Los Marismeños. De esto hace ya siete años, que parecen pocos, pero que son muchos al hablar de grupos flamencos, generalmente de vida efímera.
A lo largo de siete años, Los Marismeños han llegado a la cima. Grupos hay muchos, pero de calidad sólo unos pocos. Entre ellos están los cuatro jóvenes (entre veinticinco y veintiocho años), renovadores, creadores y dueños de un sello peculiar que los hace, a la vez, puros, contestatarios y comerciales.
Salieron de la mano de Manuel Pareja Obregón y ahora caminan solos, a la búsqueda siempre de calidad.
-Aspiramos -dice Antonio, que es un poco el portavoz del grupo- a dominar un poco de todo, pero siempre llegando al público. Por eso variamos continuamente nuestro repertorio y por eso cultivamos muchos estilos.
-Antonio, ¿quiénes han sido vuestros maestros?
-Los mismos que para todos los conjuntos: Los Hermanos Toronjo primero y Los Hermanos Reyes después. De ahí y a su imagen y semejanza, hemos nacido todos los conjuntos, aunque luego cada uno haya ido cogiendo su propio estilo.-¿Qué diferencia hay entre lo que hacían primero Los Toronjo y lo que hacen ahora los conjuntos?
-Con lo que respecta al flamenco propiamente dicho, nada, porque el flamenco sólo es uno. Lo que pasa es que ahora se hacen las cosas más populares gracias a los arreglos musicales, que son un modo no de estropear o falsear los cantes, sino de hacer que la melodía llegue con más facilidad al público. Digamos que son diferencias técnicas, nada más...
Al pronunciar Antonio la palabra técnica se me ha venido a la memoria los trucos empleados en las grabaciones, que consiguen que algunos conjuntos suenen estupendamente en disco... y decepcionen a los espectadores cuando tienen ocasión de escucharlos en vivo.
-Ya sabes que eso se hace mucho, sobre todo en las voces que se graban dos o tres veces para que suenen más. Luego resulta que el público escucha las voces auténticas y se indigna, porque se da cuenta de que no son las que están acostumbrados a oir en sus discos. Eso ha dado muchos disgustos a más de un conjunto, aunque no a nosotros, que siempre hemos insistido en grabar sólo nuestras voces, sin trucos de ninguna especie. Si al público les gusta como son, ¿para qué hacer tonterías con ellas?
Los Marismeños han grabado muchos discos y han actuado en tablaos, en espectáculos y en galas de todas clases, arrancando siempre el aplauso, seguramente porque el público siempre recibió de ellos exactamente lo que esperaba. Los dos estilos que mejor dominan son los fandangos y las sevillanas, que en sus voces suenan rotundamente diferentes a cualquier otra interpretación. Tienen un indiscutible sello propio, fuertemente impregnado de ese dejillo onubense que los hace diferentes.
-Los fandangos que cantamos son los auténticos. Sin más arreglo que el ponerles un estribillo para hacerlos más asequibles al público. El primero que tuvo esa idea fue Manuel Pareja Obregón y de él la tomamos por considerarla interesante y útil para la difusión del fandango de Huelva... Y ahí están los resultados aunque parezca un poco inmodesto decirlo.
Ciertamente, los resultados han sido espectaculares, pues la forma de hacer los fandangos, iniciada por Los Marismeños ha sido generalmente aceptada e imitada- En ese campo han ido más lejos que ningún otro grupo, aunque para conseguir este distanciamiento hayan tenido que sacrificar parte de la pureza en aras de la melodía o en la propia búsqueda de un impacto de público que es, al fin y al cabo uno de los objetivos más importantes de cualquier artista.¿Y las sevillanas?
-Ahora mismo están atravesando un momento muy crítico -dice Antonio que continúa llevando la voz cantante- y al final volverán a ser lo que fueron en un principio. A fuerza de tanto buscar nuevas fórmulas se ha acabado por volver a la melodía y la cadencia de las corraleras, que son quizás las más antiguas que se conocen...
¿Por qué esa vuelta?
-Porque el público está ya harto de sevillanas para escuchar y quiere sevillanas que pueda bailar. Este ha sido siempre un género muy popular, es decir muy del pueblo, y ese pueblo se resiste a admitir unas sevillanas "de laboratorio", difíciles de cantar e imposibles de bailar.
Gran parte de los fandangos y de las sevillanas de los grupos flamencos y, por supuesto, de Los Marismeños, deben su popularidad a los arreglos que han sido sometidos por músicos profesionales. Así hoy día, el arreglista es un personaje clave en el lanzamiento de un disco o simplemente, de una canción.
-Para nosotros hay sólo un arreglista que sea un fenómeno: Felipe Campuzano, porque sabe modernizar las melodías sin hacerles perder su sabor tradicional y eso es algo que agrada al público. Fíjate, por ejemplo, en la versión que hacemos -y que está arreglada por él- de "Con las bombas que tiran": se respeta el ritmo y el compás original, pero se ha enriquecido la melodía.
Marismeños ¿Cómo está el flamenco hoy?
-Como siempre, porque nadie lo puede variar. Lo que pasa es que hoy en día quien manda es la juventud... y hay pocos jóvenes que sean aficionados, así que estamos en un momento de bajada. De todas maneras, el flamenco ni se acaba ni se puede acabar nunca, porque los jóvenes se darán cuenta del arte que tiene el flamenco y se convertirán en aficionados. Artistas hay, así que también hay seguidores, esto no hay quien lo tumbe...
Artistas hay sí, y muchos, pero, ¿cuáles son vuestros favoritos?
-Antes que ninguno, Manolo Caracol, auténtico genio del flamenco. También Antonio Mairena, Camarón de la Isla, Fosforito, Los Hermanos Reyes, Los Romeros de la Puebla...
Una opinión sobre los flamencólogos...
-Apenas hay; abundan los flamenquistas, que se dan de que saben, y ni entienden ni nada, pero flamencólogos, es decir, auténticos estudiosos, pocos, muy poquitos...
Los Marismeños son un claro exponente de la pasión renovadora que sacude a los jóvenes artistas flamencos de nuestros días. Populares en un momento en que el cante -según su propia afirmación- pasa por un bache, se vuelcan hacia el público haciéndoles concesiones para que vuelva su afición. Saben lo que es la pureza, saben hacer los cantes tal como son, pero prefieren hacerlos más asequibles para que su mensaje artístico llegue más lejos y a más personas. No digo esto como un reproche, si no como la constatación de un fenómeno que seguramente es hijo de los tiempos. En su estilo -tan imitado- son un grupo puntero, de los pocos que pueden escucharse gratamente. Dominan los fandangos de Huelva con la perfección que da ese dejillo de la tierra y las sevillanas con la fuerza y la garra de los maestros del género. Hay que contar con ellos en el momento de redactar la historia contemporánea del cante.
Juan Luis Manfredi