José Manuel Rodríguez Olivares, más conocido como José Manuel “El Mani” o "El Mani", es un cantante solista de sevillanas nacido en el pueblo de Gines (Sevilla). Es uno de los intepretes de sevillanas más famosos e importantes de la historia, sus más de treinta años en la música así lo demuestran. El Mani ha cosechado infinidad de éxitos tales como Por las arenas, Cosas de Sevilla, Mi camino, Pelo negro, Mi amor se llama Sevilla, La niña de los ojos verdes, Los Cazadores, Una gorra y una vara, Soy de Gines, Mi estrella, Ay que te como, Yo no tengo nada mío, Aromas de primavera, Yo busco romero, Compadre rece por mí, Vaya arte, Si la ves le das memoria, o su éxito más destacado, Candela, candela, tema que dio la vuelta al mundo y supuso un éxito sin precedentes en el mundo de las sevillanas.
José Manuel “El Mani” se caracteriza por poseer una voz prodigiosa, llena de matices, enérgica y muy personal, voz que se ha convertido sin duda en santo y seña del cante de nuestro género musical favorito. José Manuel, a parte de tocar el cielo con las sevillanas, también se le da bien otros géneros musicales, como son las canciones, la rumba, las bulerías, las zambras, los fandangos, los pasodobles y los villancicos.
Entre los autores más destacados que han nutrido de obras el repertorio de El Mani encontramos nombres como Aurelio Verde, Juan de Dios Pareja-Obregón, Maestro Oliva, Miguel Moyares, Manolo “El Zapatero”, Feli Perejón, José Avilés, Paco Coria, Fernando Camino, Alfonso Sánchez, Paco Lola, J. S. Morales, Miguel Zarza, Antonio Alemania, Juan Antonio Hurtado, Pepe Maravilla, Tate Montoya, El Aljaraqueño, Didier Boado, Paco Lola, Francisco de Juan, entre otros.
Entre los guitarristas más importantes que han participado en sus obras, tenemos a Niño de Pura, Manolo Franco, Manolo Nieto, Didier Boado, etre otros... y arreglistas musicales tan destacados como Jesús Bola, Manolo Marvizón, Juan Acuña o Manolo Soler.
El apodo de “El Mani” le viene de su pueblo, Gines, por una serie de televisión de la época de los sesenta, llamada Mannix, protagonizada por Mike Connors y que narraba las aventuras y desventuras del detective privado Joe Mannix.
José Manuel “El Mani” comenzó su andadura artística a mediados de los años setenta, en el Coro Rociero de la Hermandad de Gines. Coro al que se incorporó como solista con tan solo doce años de edad. Manuel apodado “El Pescadero”, director del coro por aquel entonces, se fijó en él para su incorporación en el mismo. Incluso después del estrellato, José Manuel ha permanecido cerca del Coro Rociero de Gines y ha participado junto a él en innumerables actos. En épocas del Rocío, José Manuel deja todos sus quehaceres para ensayar con el coro, cantando en la Novena de la Virgen, la Misa de Romeros o la Misa del Gallo en Nochebuena.
En el año 1987, el Coro Rociero de la Hermandad de Gines fue inscrito en un certamen de coros rocieros de la localidad de Lebrija. Llevaban dos temas exclusivamente preparados para que se luciese José Manuel “El Mani” como solista, el cual hizo vibrar de emoción a los presentes con su voz. Gracias a este hecho, representantes de la discográfica Senador, que figuraban entre el público, se fijaron en él y entre bastidores se le propuso la grabación de un disco en solitario.
Su primera grabación data de finales de 1987, por parte de la discográfica Senador y se titula “Mi amor se llama Sevilla”. El disco se compone de ocho sevillanas y cuenta con unos arreglos musicales de Manolo Soler y Jesús Bola. A cargo de las composiciones, tenemos a Tate Montoya, Rafael González Serna, José Antonio Melgarejo, José Manuel Moya, Manolo García y Juan Antonio Hurtado (ex-miembro por aquel entonces de Amigos de Gines), mención destacada para este último, ya que fue el coordinador de producción de la obra y uno de los de los responsables junto con la discográfica Senador y Alonso Pavón (componente actual de Amigos de Gines) de que El Mani tuviese su primer disco en el mercado.
Para ser su primera obra, “Mi amor se llama Sevilla” tuvo una fuerte acogida de público, crítica y ventas, los temas que más sonaron del disco ese año fueron “Mi amor se llama Sevilla” y “Por las arenas”.El Mani tenía muchas esperanzas puestas en su primera grabación, incluso afirma que le pidió a la Virgen del Rocío que su disco no pasase inadvertido.
Para el año siguiente y con el disco “Cosas de Sevilla” es cuando comienza a despegar la maravillosa carrera de José Manuel “El Mani”. Para este disco, se cuidó más el apartado técnico, mejorando los arreglos y las mezclas, aunque José Manuel volvió a repetir la fórmula del año anterior, con el mismo equipo de músicos y compositores a los que se añadieron Paco Coria, J. G. de Quevedo, Juan Díaz, Aurelio Verde, Alonso Pavón y Juan de Dios Pareja-Obregón.
El disco fue uno de los más vendidos de 1988, con más de 200.000 copias vendidas junto a “Danza” de Cantores de Híspalis y el “Cántame por sevillanas” de María del Monte.
“Cosas de Sevilla” fue disco de platino por parte de la casa Fibe, además de recibir el primer premio de la Cadena Ser y la Cadena Dial, por ser el artista más escuchado de 1988. La obra fue más conocida por “Candela, candela” que por su título real “Cosas de Sevilla”. “Candela, candela” son unas sevillanas compuestas por Tate Montoya, el cual presentó su obra a otros artistas del sector pero ninguno se la quedó, hasta que llegó a manos de El Mani y las transformó en una de las sevillanas más famosas de toda la historia.
José Manuel “El Mani” desde entonces, en todas sus galas, ha de cantar su “Candela, candela” al principio y al final del concierto. Ese mismo año, su representante Diego ibáñez, firmó contratos para 114 galas, en tan solo el mes de julio tuvo 36 conciertos, tuviendo que hacer doblete en más de una ocasión. Fue un año durísimo para José Manuel, ya que es un artista que le gusta dar el 100% frente a su público, y lo consiguió con creces.
En las galas iba acompañado de muy buenos músicos e incluso un coro de voces como acompañamiento, algo muy raro en un artista de sevillanas para la época. Incluso tuvo que ir a Barcelona y volver el mismo día para seguir cantando en la feria de abril de Sevilla.
La casa de discos Hispavox (Emi) trató de comprar a Senador los derechos de el artista por una suma millonaria, a los cuales Senador rechazó. Hispavox después de esto, versionó su “Candela, candela” en su colección “Sevillanas de Oro” por un grupo completamente desconocido, llamado Los Hispalenses, este hecho no le gustó en absoluto a José Manuel, ya que pensó que la gente se sentiría engañada al escuchar su tema estrella en voces de unos desconocidos.
El Mani siempre ha sido una persona sencilla, humilde... todos los que lo conocen, coinciden en que posee un carácter muy humano, agradable y cercano. Nunca se le ha subido la fama a la cabeza y jamás ha renegado de sus raíces. El pueblo de Gines siempre ha sido su hogar, incluso afirmaba “El que no quiere a Gines no quiere a su madre”, haciendo alusión a que su pueblo era el mejor lugar donde jamás podría estar. Incluso rechazó una oferta de trabajo para un concierto en EEUU, alegando que estaba demasiado cómodo en Gines como para ir tan lejos, amén de horrorizarle los aviones, siempre, antes de subir a uno, se persigna y se besa seis veces el dedo.
En un viaje que hizo a Notre Dame (Francia) para una actuación, se gastó más dinero en conferencias llamando a Gines que en regalos.
A pesar de la fama, José Manuel “El Mani” seguía frecuentando los mismos lugares de su pueblo, El Casino, Las Trujas, el pub Lennon, etc.
Muy aficionado al fútbol, es seguidor del Betis desde niño, también a la gastronomía, la cacería y la Semana Santa, siendo costalero durante muchos años de La Virgen de los Dolores de Gines, además de haber salido de nazareno en la cofradía de Las Aguas.
Otra curiosidad fue en el programa de TVE de Pepe Navarro, el cual lo presentó como José Manuel “El Mani” de Sevilla, le hizo repetir la grabación para que concretase que era del pueblo de Gines.
José Manuel, ha sido homenajeado en Gines por sus 20 años como solista de sevillanas y tiene una calle con su nombre en la localidad. Al homenaje asistieron compañeros del gremio, como son Cantores de Híspalis, Los Romeros de la Puebla, Los Marismeños, Manuel Orta, además de Curro Romero, Carmen Tello, etc.
Sus comienzos fueron duros, José Manuel, antes de ser famoso, trabajó de peón de albañil, camarero, pulidor, conserje, etc. Tampoco fue buen estudiante, sus profesores afirmaban a sus padres que “puede pero no quiere”, José Manuel prefería estar ayudando a su padre en la obra acarreando ladrillos que estar estudiando en clase.
Si Gines ha permanecido por siempre en su corazón, también lo hace su devoción por la Virgen del Rocío. José Manuel “El Mani”, se considera así mismo como un rociero de corazón, no perdiéndose ni una sola romería junto a su hermandad, para cantarle y rezarle a la Blanca Paloma, siendo el primer niño en ser admitido como hermano mayor de la Hermandad de Gines con tan solo cinco años y bautizado en el río Quema con el nombre de “El tronco de las marismas”. El mismo Mani afirma que es rociero desde Enero hasta Diciembre... su discografía así lo demuestra, ya que en cada disco siempre hay varias obras de temática rociera.
La casa de discos Senador siempre ha sido como su propia casa. En ella era conocido como “El Niño”, por ser el más joven de todos los artistas de su catálogo. Toda la discografía de José Manuel “El Mani” ha sido editada por la casa de discos Senador, desde 1987 hasta el año 2013, donde José Manuel cambia de sello discográfico para grabar su obra “Arriba el telón” con KPF Producciones.
Desde 1987, el Mani nos ha deleitado casi todos los años de forma ininterrumpida con una nueva grabación, con obras tan maravillosas como Mi camino, Al son, Maestros de la vida, La niña de los ojos verdes, Porque es lo mío, Ilusiones, Afortunadamente, Amor que tuvo su tiempo, Amigo, entre tantos otros.
En el año 2012, la salud de José Manuel se vió mermada cuando comenzó a sentir un fuerte dolor en el pie. Debido a ello, pasó 18 días ingresado en el hospital. Su estado anímico se vino abajo, pero según cuenta él mismo, gracias al cariño de los suyos, su gente y sobre todo sus hijos, le animaron a seguir adelante y a no tirar la toalla, ni en su vida ni en su profesión. Ese mismo año, el lunes de Pentecostés le cantó cara a cara a la Virgen del Rocío desde su casa de Hermandad.
Actualmente y con más de 30 años de historia como solista a sus espaldas, José Manuel “El Mani” goza de un puesto privilegiado en el mundo de las sevillanas, elevando su popularidad y dotándolas de cientos de obras de una enorme calidad interpretativa. Sus miles de seguidores esperan cada año la obra de este genio de la música por sevillanas.
Redacción: Juan A. y J. Luis Casado / Canal Sevillanas
Mientras ingiere un sinfín de tipos de tapas junto a un futbolista del Betis, su equipo del alma, José Manuel no para de contar chistes y anécdotas verídicas. Es un manojo de nervios que ama la barra de un bar tanto como a la música. No lo esconde.
Pero como donde hubo Candela, candela siempre queda rescoldo, la charla sobre su último disco no se le va de la cabeza. Se titula “A mi aire” y se compone de cuatro sevillanas, canciones, rumbas, unas bulerías y una versión de Al final del viaje de Hilario Camacho.
-Las sevillanas siguen siendo el eje de su oferta, pero, ¿hay que buscar nuevos caminos para triunfar?
-Me abro otros caminos porque en Burgos, en Zamora o en Cuenca no tienen porque escuchar sevillanas de El Mani. Yo llevo a gala las sevillanas porque me lo han dado todo, no puedo con otras cosas.
-Versiona ahora a Hilario Camacho. ¿Es eso fruto de sus tendencias musicales juveniles?
-Yo de joven escuchaba cosas esporádicas, pero la verdad es que el centro de mi atención era para mi Los Hermanos Reyes, Los Romeros de la Puebla, Los Marismeños y los Cantores de Híspalis.
-Acaba de grabar unas bulerías. Algo de flamenco escucharía, ¿no?
-El fandando lo hago, pero siempre digo que zapatero a tus zapatos. Para cantar bien por bulerías hay que vivir en Jerez. Yo lo hago sin salirme del compás, aunque el compás hay que mamarlo. Con eso me conformo.
-¿Grabar otras cosas es una exigencia del mercado?
-El mercado está para tirárselo a los gatos.
-¿También el de las sevillanas?
-En las sevillanas ha habido mucho maltrato, porque había mucha cantidad y poca calidad. Antes se publicaban 250 discos y ahora 50. En el camino largo, el mastín corre más que el galgo.
-¿Usted es un mastín?
-Soy persona antes que perro, pero si como perro hay que comérselo todo, me lo como.
-¿Tiene sentido del humor?
-Mucho. Me gusta que los que están conmigo cojan mis bromas.
-¿Le han dicho alguna vez que le cabe El Mani?
-Muchas -¿Y qué le parece?
-Siempre respondo: “Pero, ¿cómo, empanado o con harina Yolanda, que sube más?
-O sea, que no le molesta.
-Lo ideal es que hablen de ti, bien o mal, pero que hablen.
-¿Se ha inspirado alguna vez viendo un partido de fútbol?
-Las sevillanas en un campo de fútbol no encajan. Tiene que haber un entorno bonito y gente para escuchar, que es más fácil que cantar.
-¿Pero su Betis no juega por sevillanas?
-A principios de liga jugaba a compás. Ahora juega a descompás.
-Volviendo a lo serio, ¿el mundo de las sevillanas no es coto privado de cuatro letristas?
-No, pero todo el mundo ha querido escrubir por escribir. Antes se escribía sin intereses, pero hoy mientras más temas metas, más cobras. Antes había más paladar.
-¿Qué queda del Aljarafe en su voz?
-En mi pueblo no se canta ni mejor ni peor, pero sí diferente. Gines siempre le ha cantado al Rocío con sello propio.
-¿Ahora le canta a la Virgen a su aire?
-Le canto a mi aire porque el Rocío también ha cambiado.
-¿Y usted?
-He cambiado en que tengo más años y más madurez. He tenido momentos locos y también de estabilidad. En estos momentos, lo más importante para mí es tener el frigorífico lleno.
Alberto García Reyes.